El blog escrito por nuestro cliente, señor Antonio Barderas, sobre su viaje inolvidable en familia a Vietnam y Camboya

Día 0, jueves 15 de agosto. Rumbo a Hanoi.

Como en otras ocasiones nuestra aventura comienza en el tren de Cercedilla que nos acerca al aeropuerto de Madrid Barajas, ahora Adolfo Suarez… ¡esa puerta al mundo!

Con escala en un Frankfurt gris y lluvioso (veremos el cambio mañana ;-), nos dirigimos directo a nuestro primer destino: Hanoi, ¡allá vamos!

Día 1, viernes 16 de agosto Llegada a Vietnam

Un largo viaje de once horas para llegar hasta la capital de Vietnam sobrevolando Alemania, Polonia, Lituania, Bielorusia, Rusia, Kazakhstan, Rusia de nuevo (desvío para salir de unas fuertes turbulencias), Mongolia, China (momento captado en el mapa) y el propio país del río Rojo:

De camino al hotel percibimos atónitos la situación de caos en esta ciudad en cuanto a la circulación, sin orden ni muchas normas, más motos que coches compitiendo por el paso… y lo curioso es que ellos se entienden y no parece haber problemas ni broncas…

Puestos de comida callejeros por todo el barrio antiguo donde nos hospedamos, que habrá que ver cómo son de fiar. De entrada nos vamos a echar una cabezadita hasta las 9 de la mañana para recorrer a pie los alrededores.

Como se puede observar el bullicio es constante y es sonido de los claxon para adelantar (intermitente, no gracias) también.

Es increíble el caos circulatorio. Hemos llegado a la conclusión de que todos miran solamente para adelante y el que venga atrás es el que corrige, frena, pero no parece nadie choque con nadie…

 

Día 2, sábado 17 de agosto Ninh Binh y alrededores

Hoy nos espera esta zona natural que recorreremos con nuestro guía Mr. Hung durante dos días, ya nos está empezando a sobrar el ruido constante de Hanoi.

Salimos con Hung (enseguida obviamos el mister) y que el conductor que los llevará en el Ford Transit, vehículo muy usado aquí para estos menesteres, todos son iguales y tienen once plazas.

Vamos a la provincia de Ninh Binh por la carretera número 1, una autopista bastante en condiciones, aunque el caos sigue persistiendo, ¡qué bien que nos lleven!

Primera parada en Hoa Lu, capital de Vietnam en el siglo X. Visitamos dos templos de los reyes Le Dai Hanh y Dinh Tien Hoang. Aquí cuando un rey moría se le hacía un templo y se le adoraba como a un Dios llevándole ofrendas a su tumba y rezándole, lo que darían los Borbones 

A continuación vamos a Tràng An donde comemos (gambas con verduras y arroz frito con verduras, con las salsas de por aquí) y luego un paseo en barco de remos por el río recorriendo la llamada bahía seca de Halong. Impresionantes montañas caliza que surgen de la más absoluta planicie llena de arrozales. Son las perlas que arrojaron los dragones para proteger a la población de los invasores.

Subida a la montaña de Mua Cave, unos 500 escalones de nada con este calorcito húmedo . La vista desde arriba sobre toda la zona de Ninh Binh merece la pena.

Alojamiento en un hotel en Tam Coc, pueblo muy animado con muchos restaurante de comida tradicional y mucha gente y turismo, muy animado. Típica sopa Phó con verduras y huevo, arroz frito, berenjenas, rollitos vietnamitas y noodles… todo muy rico… y de postre un mojito 

Día 3, domingo 18 de agosto En bicicleta por Tam Coc

Recorrido por la zona rural de los alrededores para visitar la pagoda de Ngu Nhac. Bonito paseo en bici por carretera y por un camino entre arrozales, granjas, patos y gallinas. Compartiendo espacio con los lugareños. Lástima ese fotógrafo que nos persiguió todo el trayecto (para mí que estaba compinchado con Hung, mmmm…).

Esta pagoda fue construida en tres niveles huyendo de la inundación: pagoda baja, pagoda media y pagoda alta, incrustada en la roca y con muchos budas. Curiosa.

Fuente de fotos: Antonioe Herrera

Luego regreso al hotel, relax en la piscina. y vuelta a Hanoi. Hasta las 10 que tomamos el tren nocturno a Sapa, tarde liber en Hanoi que comenzamos con un masaje vietnamita (10!) y luego un café helado en el curioso Note Cafe.

Día 4, lunes 19 de agosto Sapa

Efectivamente no se durmió mucho, traca, traca toda la noche hasta llegar a Lao Cai, en la mismísima frontera con China. Ahora no hay problema de invasión, la invasión ahora es otra, comercial, y no ofrecen los vietnamitas ni el resto del mundo ninguna resistencia (¿consideramos a Trump mundo?)Tras desayunar dormidos el Lao Cai otro Transit nos lleva por una carretera de montaña hasta Sapa (conducción extrema versión country de lo de Hanoi).Sapa, otra ciudad sin ley en pleno desarrollo turístico, es el centro de de todas las actividades de la zona.Por aquí hay varias etnias que no se diferencian unas de otras salvo por la vestimenta. Hoy estábamos en la zona de los H’Mong Negro, que visten con este color. Villa de Lao Cai. Mujeres y niños te abordan continuamente para vendernos sus artesanías y te dan tanta pena que compras. La verdad es que son prendas muy bonitas y coloridas que combinan con su fondo negro.

Hung nos lleva de excursión entre arrozales hasta la aldea de Ta Van. Vamos por la carretera pues no está bien visto por parte de los agricultores que nos metamos por los caminos que serpentean todos esos bancales de arroz, aunque alguna incursión sí que hicimos

En esta época del año el arroz está aún verde pero empezando a amarillear ya para la siega que comienza ahora. De hecho ya han comenzado a segar los primeros campos, pero muy poco de momento Es uno de los paisajes más bonitos del mundo. Estas interminables terrazas de un verde esmeralda increíble es único (bueno, seguro que ahora sale alguno de Valle Gran Rey a decirme algo…)

Te impresiona el hecho de que estás recorriendo un país pobre y que con su pobreza interactúan todo lo que puede con el visitante que viene de fuera, intentando mejorar su paupérrima economía. Estas pulseritas que nos compramos supone bastante para ellos…

Por fin llegamos a Ta Van tras haber tenido que enfundarnos los chubasqueros un ratito, unos 10 km en total. Aquí está la etnia Zay, no parece que tenga una vestimenta propia.

Día 5, martes 20 de agosto Ta Van, bosque de bambú

Hoy una preciosa excursión hasta Giang Ta Chai por entre arrozales y bambúes. Región de los Son Rojos.

Hemos confirmado que el guía no tenia ni idea de los caminos más bonitos pues ayer nos intentó disuadir de este treking diciendo que teníamos que llevar pantalón largo ya que atravesábamos por la selva de bambúes con serpientes y sanguijuelas, que mejor hiciéramos un paseo más light. Le insistimos que no y menos mal pues acertamos.

A continuación nos adentramos en un bosque de bambú, camino difícil y resbaladizo por las lluvias de ayer.

Nos acompañan unas Sao Rojas, la etnia de esta zona, de hecho Hung contrató a una de ellas. Te llevan, te guían por todos sitios y te intentan vender sus productos artesanos también. Desde luego es lo auténtico, tuvimos ocasión de hablar con ella en inglés y te cuentan las cosas del campo, súper interesante.

Regreso en microbús Limusine (otra Ford Transit, pero con interior de lujo) a Hanoi y en el trayecto tuvimos ocasión de charlar con el australiano trotamundos, Jeremías.

Cena en el Hanoi Taco Bar… sí, sí, un mexicano picante, la verdad es que después de varios días te dan ganas de variar este sabor asiático, jeje.

Día 6, miércoles 21 de agosto Bahía de Ha Long

Salimos de Hanoi con nuestro conductor en medio de un fenomenal chaparrón tropical.

Nuestro destino es el crucero de tres días, dos noches por esta bahía salpicada de pequeñas islas de piedra caliza y cubiertas de vegetación que emergen del mar formando un paisaje increíble (y logo de este blog).

Comenzamos en el embarcadero de Cát Hài y hacemos una bonita navegación por el norte de la isla de Cát Bà hasta una bahía donde fondeamos.

Aquí pasaremos la noche pero antes nos acercan en un barquito menor (que hemos traído a remolque) a la zona de kayak donde nos hacemos merecedores de la cena remando durante una hora.

Camarotes muy cómodos con vistas al mar… when de repente escuchamos una vocecilla con acento oriental: “¡shoping, shoping!”… mujeres de las aldeas de pescadores de la zona que se acercan a vendernos bebidas y snacks desde su barquita:

La animación a bordo consistió en una demostración culinaria de cómo elaborar royitos de primavera (en vietnamita “nam”) y en un intento fallido de la pesca nocturna del calamar  . La cena podríamos incluirla también dentro de las actividades de animación, muy divertida (estoy preparando un monográfico de las comidas del viaje).

Día 7, jueves 22 de agosto Continúa el crucero

Hoy seguimos el día completo en la bahía.

Hay que decir que muchos de los ratos “muertos” de nuestra estancia en este junco, como dicen ellos, lo pasamos navegando, con lo cual el cambio de paisaje hace que sea (como diría Matías Prats) un tiempo muy… “¡vivo!”.

Tras una noche muy cómoda en el barco, por la mañana hacemos una excursión al poblado de Viet Hai a donde llegamos con el barco pequeño y luego pedaleando unos 5 kilómetros. Muy bonito paisaje recorriendo este pequeño pueblo.

Paisaje típico de las aldeas vietnamitas, con sus casas con una puerta grande de entrada, indudable símbolo de la amabilidad y la bondad de esta gente. El carácter de los vietnamitas es lo que más nos está agradando, no hay ningún problema de seguridad. También tuvimos que refugiarnos de una tormenta que nos sorprendió pedaleando.

Lunch en el barco pequeño y antes de regresar al barco principal, piraguas hasta una playa desierta de las muchas que abundan por aquí.

Por cierto, el agua del mar está super caliente, propio de la latitud ecuatorial en la que nos encontramos (¿tienes un mapa a mano? ¡compruébalo!).

Por la tarde relax en el barco y cena occidental! La verdad es que apetece un cambio de sabores por lo diferente que es la cocina vietnamita.

Día 8, viernes 23 de agosto De Ha Long a Da Nang

Madrugón para comenzar el día con una sesión de taichí que nos cargue de energía para toda la jornada, que se que se prevé maratoniana.

Hoy se acaba nuestro mini crucero.

Por la mañana nos llevan a visitar unas cuevas de las muchas que hay por aquí con estalactitas y estalacmitas. Bueno, la curiosidad está en el entorno de bosque tremendamente tropical en el que se encuentran, porque en el interior nada que ver con la de Nerja o Vall d’Uxó 

Y sanseacabó, vuelta al puerto original, nosotros salimos y otra tanda de turistas entran, barco lleno; esto es una máquina de hacer dinero.

Nuestro conductor de Hanoi nos lleva hasta el aeropuerto, otra vez atravesando una tormenta durante el viaje, estamos teniendo suerte con la lluvia 

A la llegada al aeropuerto de Da Nang, otro chofer nos lleva a nuestro hotel en Hoi An. Los hoteles que nos han reservado hasta ahora son todos de lo mejorcito que hay en cada sitio en un país que apenas está despertando al turismo. Ya lo dijimos en los previos: a tutiplén! 

Es ya de noche y salimos a cenar por el casco antiguo y el mercado nocturno. ¡Qué bonito todo! Toda esta zona está compuesta de más de 800 casas históricas protegidas y la verdad que son una maravilla, mezcla de arquitectura local y colonial.

Día 9, sábado 24 de agosto. Hoi An

A las nueve nos espera nuestra guía, Ms. Ngan, que nos hace de perfecta anfitriona en el bonito casco antiguo de Hoi An. Estas cosas siempre las he hecho yo, pero ¿y lo cómodo que es que te lo cuenten? 

Pues sí, la primera impresión nocturna se confirma hoy a plena luz del día.

Probablemente la ciudad más bonita de Vietnam, en otro tiempo puerto importante, ha sabido conservar la arquitectura de sus casas en todo el barrio antiguo junto al río: casas de mercaderes japoneses, templos chinos, antiguos almacenes de té… todo bajo protección patrimonial, actualmente reconvertidas en restaurantes, cafés, tiendas de todo tipo (demasiadas de costura tradicional y bolsos de cuero para mi gusto).

Nos lleva a una casa donde se elabora la seda desde el principio, con sus gusanos y hojas de morera hasta los fantásticos cuadros y ropas elaborados en el fino hilo ya teñido. Muy interesante. Esta costumbre venida de estos lares se extendió por todo occidente como ya sabemos (¡gracias, Marco Polo!)

Visitamos las casas de Duc An y de Tan Ky así como el templo taoísta de Phuoc Kien. Dgan nos contó sus interesantes historias y nos habló del Feng Shui y de los dioses chinos y de las religiones orientales y de las guerras del pasado que azotaron permanentemente este país… pero no me quiero enrollar aquí, que para eso ya está Wikipedia 

Antes de despedirnos de Ngan nos tomamos un café tradicional de cuclillas y me compré un paquete de café del bueno… y no me traje una cafeterita tradicional de puchero de milagro…

Satisfacemos unas ansias de compras de las féminas, nos tomamos un suculento almuerzo vietnamita y nos vamos a descansar al hotel un rato.

La lluvia repentina nos echó de la piscina, pero tras divisar desde la habitación la gran tormenta, bañito relajante bajo las últimas gotas que caían.

Hay que hacer una especial mención de los suelos de cerámica, tan parecidos a esos que abundan en La Palma, ¿qué suerte de movimientos migratorios de antaño provocaron esta coincidencia de gustos?

Para cenar nos vamos a una pizzería gluten friendly donde nos encontramos con todos los que querían romper la continuidad de los sabores vietnamitas. Vamos y venimos dando un paseo, pero con los paraguas permanentemente abiertos 

Día 10, domingo 25 de agosto. Alrededores de Hoi An

Hoy nos vamos de excursión en bicicleta por los alrededores de Hoi An.

Excursión con la agencia local de excursiones en bicicleta (Heaven & Earth Tours) con nuestra guía Lin, muy lin…da y muy simpáti…ca.

Nos ha encantado. Un paseo por el Vietnam real, visitando las aldeas auténticas de la gente que habita esta zona, concretamente dos islas en el estuario del rio Thu Bon que desemboca aquí en Hoi An. Se trata de pueblos principalmente pescadores.

Embarcamos en una barcaza con las bicicletas hacia la isla de Cam Kim.

Allí visitamos en primer lugar una casa humilde de artesanos que se dedican a hacer incrustaciones de conchas en madera. Muy interesante.

Al lado astilleros de barcos de madera, apenas utilizan clavos, casi todo con cuñas de madera. El barco tradicional aquí lleva dos ojos dibujados en proa para que les guíe en el camino protegiéndolos y evitando los monstruos (el vietnamita es muy supersticioso).

Por el camino vemos un curioso arte de pesca con red. En la foto se aprecia éste suspendido en el aire para su reparación y colocación. Luego lo bajan y sumergen, con una lucecita atractiva en el centro y a esperar lo que cae.

También hay campos de arroz, eso no falta en mayor o menor cantidad en ninguno de los paisajes que hemos visto hasta ahora en Vietnam.

Lin nos explica que las casas tradicionales tenían tres puertas hacia fuera, las más modernas son las que tienen esa puerta amplia que tanto nos ha llamado la atención. Y ahora que nos fijamos sí que se ven de los dos tipos.

Lin nos explica que las casas tradicionales tenían tres puertas hacia fuera, las más modernas son las que tienen esa puerta amplia que tanto nos ha llamado la atención. Y ahora que nos fijamos sí que se ven de los dos tipos.

Tomamos un refrigerio en una casa/tienda y luego nos hacen una demostración del “basket boat”, un barquito tradicional para pescar o como embarcación de apoyo de otras mayores. Curioso sistema que nos dejaron probar.

Tras esto seguimos pedaleando y pasamos a la isla de Duy Vinh por el viejo puente de madera. Al lado está el nuevo de hormigón armado, pero ya es sabido que el turista cuando ejerce de tal cambia las reglas de medir y los cánones de pesar…

Parada en una casa en la que se dedican a fabricar el Rush: esa esterilla hecha de una especie de junquito verde que dejan secar (se me nota que no me acuerdo del nombre) y que tintan de colores. Luego con una especie de telar a nivel del suelo, y siempre con dos operarios, se teje la esterilla. Se pone sobre las tablas de dormir y al ser transpirable te refresca (alternativa: ese colchón occidental que se vuelve pegajoso con el calor…). Se hace de varios tamaños, incluso salvamanteles. Muy interesante.

La siguiente visita me sorprendió mucho. Una casa familiar que tiene cerdos y hace vino y licor destilado de arroz.

Lo grandioso está en que los escrementos de lo cerdos caen a un sotanillo donde el metano que generan es reconducido por una tubería que llega a los fogones para calentar las calderas de destilación: es ya el “no va más” de aquello de que del cerdo se aprovecha todo, ¡genial!

Regreso en otra barcaza. La verdad es que la mejor excursión, la guía más comunicativa.

Por la tarde, ya más relajados, paseo nocturno contemplando los típicos faroles linterna iluminando de colores la oscuridad en el río y todas las fachadas de casas y restaurantes, así como flotando sobre el agua o iluminando tenuemente las barquillas que pasean a los enamorados… 

Día 11, lunes 26 de agosto. Chang Islnds.

Excursión a las islas Chang.

Hoy toca una excursión organizada por el Cham Island Diving Center , una manada de turistas a hacer snorkling cerca de la costa. Primeramente en dos puntos de la isla de Hòn Dài. Allá vamos:

Fondo muy bonito con corales y anémonas de muchos colores y formas así como peces multicolores: salvo el profesor Raya y el propio Nemo, yo creo que casi todo el elenco del reparto de la famosa producción de la factoría Disney … bueno, ¡ni los tiburones! 

Fotos de esto no tenemos, si no, no tendría ahora iPhone para escribir…

Y a continuación vamos a la isla mayor, Chang, donde comemos y pasamos un relajante rato de playa paradisiaca bañándonos y descansando… ¡muy bonito!

Y el mismo barco de regreso, la verdad es que tuvimos suerte en las tumbonas que pudimos coger el la parte alta, a la sombra, con la brisa marina 

Día 12, martes 27 de agosto. Rumbo a Camboya.

Tras dar nuestro último paseo por el bonito barrio antiguo, nos recogen par llevarnos al aeropuerto de Da Nang. Destino: Siem Reap, Camboya.

Vuelo operado por Cambodia Angkor Airlines, un ATR72 turbohélice… vamos, ¡un Binter!67

Nuestro guía aquí se llama CHANREASEY que nos en la tipografía coreana se escribe ច័ន្ទរាស្សី, pero nos dice que ya hace mucho tiempo sus clientes españoles lo bautizaron Antonio, además tiene un gracejo español que le sale natural.

Llegada al hotel y no salimos ni a cenar, nos conformamos con la fruta de bienvenida. Nos alimenta más irnos hoy temprano a la cama que el día mañana promete.

Día 13, miércoles 28 de agosto. Templos de Angkor. Y

Muy interesante todo lo que hemos visto hoy, los alucinantes templos de Angkor en Siem Reap, Camboya.

Realmente es una gran ciudad construida desde el siglo VII hasta el XIV con templos de piedra construidos por los reyes y casas de madera alrededor para la población. Hacia el siglo XVI se abandonaron debido a una crisis, la gente se buscó otros lugares para vivir y a esto se lo comió la madreselva.

Este es un resumen muy arriesgado, luego exploradores franceses lo descubrieron dentro de la selva y hasta hasta hoy que se está restaurando y explotando turísticamente (y lo que se llevaron, ahora expuesto en El Louvre).

Primeramente visitamos el templo de Ta Prohm, construido por el rey Jayavarman VII, Rey de la Victoria. Lo mandó construir para su madre, ¡eso es un hijo!

El gran atractivo de este templo es que se encuentra engullido por la naturaleza, principalmente de raíces de los Spung, variedad de higuera gigantesca sin forma de higuera, que se han adherido a la piedra como tentáculos y garras gigantes.

Desde luego las fotos son impresionantes, me callo, contemplad:

A continuación visitamos el declarado por la Unesco Patrimonio de Humanidad, templo de Angkor Wat, el edificio religioso más grande del mundo.

Significa ciudad de pagodas. Construido también en el siglo XII por el rey Suryavarman II, Rey del Sol. Inicialmente hindú, en siglo XVI fue abandonado y se recuperó para el budismo.

Realmente a partir del siglo XIV se dejaron de construir templos grandes de piedra y se construyeron pagodas de madera, más pequeños, amparado por un nuevo budismo que huía de tanta ostentación y buscaba más la sencillez

Reponemos fuerza con un auténtico almuerzo camboyano. La comida es prima hermana de la vietnamita, al menos para uno venido desde el lejano occidente.

A continuación vamos a la cudad de Angkor Thom (la gran ciudad) entrando por de Puerta del Sur.

En el centro se encuentra el fabuloso templo de Bayon que es colosal, conocido tambien como templo de las caras sonrientes. Dedicado a Buda, tiene 54 torres con cuatro caras de Buda talladas en sus cuatro costado. Multipliquemos, 216 caras. Construido también por Jayavarman VII (ese portento de hijo).

Dentro del recinto de la ciudad tambien vemos restos de otras edificaciones como las torres de Sour Prat, de desconocida función, realmente se dedicaron a cárceles (par los malos).

En fin, una visita muy interesante fenomenalmente contado por nuestro Antoñito, mañana me va recomendar un libro, me remitiré a él para el que quiera más detalles… y a Wikipedia.

Y por la tarde, antes de la puesta de sol, los de la agencia se sacaron de la manga una excursión de una hora en “quad” (moto de 4 ruedas) por caminos menos transitados en los pueblos y comunidades rurales. Interesante. La Camboya profunda, la Camboya real.

Y por la noche nos vamos al centro, a la “Pub Street”, escrito así, en occidental. Restaurantes de todo tipo y muy animado.

Y para cenar damos buena cuenta de una barbacoa camboyana, te ponen una plancha cóncava donde vas haciendo la carne a la vez que se va haciendo la sopa de verduras alrededor, todo con un infiernillo abajo. Y las carnes de todo tipo, incluido canguro, avestruz y cocodrilo  ¡Muy rico! En camboyano se llama “la vaca sube a la montaña” (Ko Lerng Phnom = គោឡើងភ្នំ ។) y así es por la forma de la plancha; bueno, la vaca y el resto del arca de Noé…

Día 14, jueves 29 de agosto. Angkor y vuelta a Hanoi.

Esta mañana nos dirigimos hacia el lago Tonle Sap que es el lago mas grande del Sudeste asiático, al sur de Siem Reap.

Es un lago que en las épocas de lluvia crece inundando todo el perímetro y aumentando por tanto de superficie (casi que tendríamos que editar un mapa para el verano y otro para el invierno). Desemboca a un río que da al gran río Mecong; cuando éste viene crecido, el agua fluye al revés entrando en el lago. Un fenómeno muy interesante, merece la pena ponerse delante de mapa para entenderlo. Ahí dejo la tarea, bueno, ayudo un poco:

Pues bien, lo interesante de todo esto es que configura totalmente la vida de las poblaciones de pescadores que rodean el lago, más de 400 pueblos “flotantes” de los cuales hoy visitamos uno, Lampong Phluk.

Construyen sus casas de madera sobre zancos, preparados para cuando la crecida llegue, ¡sube hasta unos 10 metros de nivel!

Recorremos el pueblo en un barco de madera desde el río que lo bordea y que desemboca en el lago.

La carretera llega en alto hasta un determinado punto en que se mantiene transitable todo el año, luego desciende quedando inundada en la estación húmeda. Ahora el agua está abajo del todo y en dos meses el paisaje habrá cambiado completamente.

Luego regresamos a pie por el interior del pueblo, caminando por la calle principal; en dos meses tendríamos que hacerlo en barca, increíble (a la altura de esta calle sube como algo más de un metro el nivel del agua, es el otro lado de las que antes veíamos desde el río).

Ha sido una visita a la Camboya profunda, nunca mejor dicho.

Tras este interesantísimo descubrimiento, cambio de tercio y vuelta a los templos. Después de la grandiosidad de ayer, lo de hoy es menos espectacular, pero no menos interesante.

Nos desplazamos hasta el templo Banteay Srei,el sitio predilecto de casi todo el mundo. El encanto particular de este templo es en su tamaño compacto, muy buen estado de conservación y hermoso tallado decorativo. Llamado templo de las mujeres porque cuando lo descubrieron pensaron que estas filigranas sólo se le podían atribuir a las delicadas manos de una fémina (nos subestimaron, jeje). Pasen y vean:

También visitamos el templo Banteay Samre, templo de los campesinos. Es como una maqueta previa del grandioso Angkor Wat que construyeron como experimento para luego construir aquel otro (¡vaya con la pruebita!).

Con sus muros de arenisca de color rosa que están decorados con el tallado y los bajorrelieves más finos en todo Angkor.

Por cierto el libro recomendado por Toño, nuestro guía: MICHAEL FREEMAN, CLAUDE JACQUES, “Ancient Angkor”, River Books Ltd, Bankok, 2013.

Y esos es todo amigos, nos vamos de Camboya destino Hanoi donde pasaremos un último día antes de coger al avión de regreso.

Muy agradecido a Antonio y recordando la gracia con que intercalaba expresiones españolas con su acento camboyano casi imperceptible: una foto chula, chulísima; mola mazo; chirimiri; ¡qué majo!… ¡Un crack! 

Día 15, viernes 30 de agosto. Hanoi y vuelta a casa.

Aprovechamos este nuestro segundo día en Hanoi para ir a ver el puente de Long Biên varias veces destruido por los americanos durante la guerra y varias veces reconstruido por los vietnamitas, todo un símbolo del tesón de este pueblo.

Luego paseos por ls calles del casco antiguo, sorteando el tráfico para cruzarlas, asistiendo atónitos al tráfico y esa especial de manera de conducir en medio del caos sin ningún incidente, adentrándonos en calles apartadas, en definitiva, respirando la atmósfera peculiar de este alocado pueblo tranquilo incluido el mercado de Dong Xuan…

Muy buena comida vietnamita en el restaurante Cuam Bia Minh, en la calle Dinh Liet.

Alguna comprilla de última hora, un café helado en “nuestro” Note Café y el conductor nos recoge para llevarnos al aeropuerto.

Y rumbo a nuestro mundo. La verdad es que este viaje sí que te deja bien claro que hay culturas y costumbres diferentes, quizás el que más de entre los que hemos hecho hasta ahora.

Esta vez el avión traza una ruta más al sur que a la ida sobrevolando, tras salir de Vietnam, los espacios aéreos de Laos, Myanmar, Bangladesh, India, Paquistán, Afganistán, Turkmenistán, Kazakhstan, sobrevolamos el mar Caspio (que es un lago), Rusia, Belorusia, Polonia (momento de la foto) y Alemania, un rato antes del amanecer del amanecer.

Como dijo Romaldo la primera vez que se asomó a Barlovento y miró hacia el sur: “¡Hay que ver que grande es el mundo!”

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